Taxonomía

La taxonomía bacteriana profundiza en las relaciones evolutivas y las diferencias estructurales entre los diversos grupos de bacterias. Esta sección ofrece un análisis detallado de los sistemas de nomenclatura y los criterios taxonómicos que permiten identificar y ordenar la compleja diversidad bacteriana, reflejando los avances y retos que plantea esta ciencia en constante evolución.


El Árbol de la Vida Bacteriana

La clasificación bacteriana se organiza jerárquicamente: dominio, filo, clase, orden, familia, género y especie. A diferencia de animales y plantas, las bacterias se agrupan hoy en día sobre todo por su secuencia de 16S rARN, un "código de barras" molecular que revela relaciones evolutivas. Así nace un árbol filogenético donde los grandes troncos son los filos y las ramas más finas los géneros y especies.

Proteobacteria: los químicos versátiles

Este filo gigante (que incluye a Escherichia, Salmonella o Vibrio) se subdivide en seis clases (α, β, γ, δ, ε y ζ). Son maestros del ciclo del nitrógeno, el azufre o el carbono: desde fijar nitrógeno en raíces de plantas (α-Proteobacteria) hasta provocar cólera (Vibrio cholerae, γ-Proteobacteria). Su adaptabilidad los convierte en protagonistas tanto de la agricultura como de las infecciones humanas.

Firmicutes: fortaleza Gram-positivo

Con pared celular gruesa y rica en peptidoglicano, los Firmicutes abarcan desde las benignas Lactobacillus (yogur, queso) hasta los patógenos Clostridium (tétanos) y Staphylococcus (infecciones de piel). Su taxonomía distingue clases como Bacilli y Clostridia, reflejando diferencias en metabolismo (aerobios versus anaerobios) y hábitat.

Actinobacteria: los arquitectos de los antibióticos

Famosos por su capacidad de producir compuestos bioactivos, este filo agrupa a Streptomyces, principal fuente de antibióticos como la estreptomicina. Son Gram-positivos con filamentos ramificados que recuerdan a hongos microscópicos. La subclase Actinobacteria se divide en órdenes como Actinomycetales y Bifidobacteriales (importantes para la microbiota intestinal).

Bacteroidetes y Cyanobacteria: de los intestinos al océano

  • Bacteroidetes (p. ej. Bacteroides en el colon) juegan un papel clave en la digestión de polisacáridos complejos y en el equilibrio de nuestra microbiota.

  • Cyanobacteria, antiguamente "algas verdeazuladas", son los únicos procariotas capaces de fotosíntesis oxigénica. Forman clados como Synechococcales y Nostocales, responsables de las floraciones en lagos y del aporte de oxígeno durante la Gran Oxidación.

La revolución de la genómica metagenómica

La metagenómica permite secuenciar todo el ADN de un ambiente (suelo, océano, intestino) sin necesidad de cultivo. Así emergen nuevos grupos bacterianos ("candidate phyla") invisibles hasta ahora. Ejemplo: el filón CPR (Candidate Phyla Radiation), un conjunto de clados diminutos y simbiontes que redibuja nuestro mapa de la biodiversidad microbiana.

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